¿Por qué llevamos tan mal la fuerza de voluntad?
Propósitos como: Bajar
de peso, dejar de fumar, ir a caminar 3 veces a la semana , aprender inglés,
tomar un curso de cocina, no enojarme con mis padres…
…mmm, ya lo dicen: la victoria más dura, es la victoria
sobre uno mismo. Y es que resistir las
tentaciones no es nada fácil, que se digan a nuestro cerebro; De esa parte se encarga nuestro consiente, el problema,
es que ese es uno de los muchos trabajos mentales que tiene: toma decisiones, traza planes, fija la atención
en lo que estamos haciendo, esta al a cargo
de cualquier cosa que requiera concentrarse. Lo que pasa es que al consiente no
se le va bien las multi-tareas, y cuando lo agobiamos con muchas cosas al tiempo… se colapsa.
Por eso cuando hacemos listas larguísimas de propósitos no las cumplimos, le ponemos demasiadas tareas
al consiente y se agobia.
Lo mejor es escoger una sola y concentrarse en ella, ha y no
hacer resoluciones, si no proponernos intenciones, es mejor en vez de decir: “voy
a dejar de fumar para siempre”, asumir pequeños retos cada día, “este cigarrillo
de después del almuerzo no me lo voy a fumar” o “esta
noche cuando salga no voy a fumar durante el recorrido, ni tampoco en el bar” y así
cada día. Parece ser que este tipo de
intenciones pequeñas a corto plazo tiene efectos mágicos en el cerebro, mucha
gente a dejado de fumar así.
Ah y otra cosa, tengamos en cuenta que nuestros cambios
emocionales afectan nuestra fuerza de voluntad, ejemplo: si nos ponemos a hacer
dieta y estamos estresados, nuestro cerebro dejara de fijarse en lo bien que
nos veríamos con unos kilos menos, y se lanzaría por esos chocolates, buscara
sentirse bien de manera inmediata y se
olvidara de los beneficios que perseguíamos a medio y largo plazo.
Así que ya sabemos, pequeñas metas que podamos cumplir cada día
y nada de muchos propósitos, recuerden que más vale uno y conseguirlo, que
muchos y fracasar en el intento .
¡¡Éxitos!!
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