19 jun 2013

LOS TEMORES Y EL FRACASO


“…retar los temores para que vengan a tu encuentro y hacerles frente, como si estuvieras encarando a un enemigo cobarde. El método consiste en hacer exactamente lo que tus miedos o tus creencias infundadas te impiden hacer. Por ejemplo, si crees que no sabes hablar en público, porque no tienes una buena voz, tartamudeas a veces o sudas cuando estás frente al auditorio, pues reta al miedo escénico, provócalo y toma el control: habla en público cada vez que puedas, aunque sea incómodo o doloroso. Y si con el tiempo vas mejorando, no te duermas en tus laureles. No te confíes; de tanto en tanto, llama al miedo, a ver si es capaz de regresar. Búscalo en cada resquicio de tu ser, en sus escondites preferidos. Dile como un antiguo espadachín: “Te reto a que me impidas dar la conferencia; ¡a ver si eres capaz, pedazo de imbécil!”. El efecto es paradójico, similar a lo que le ocurre a la gente que sufre de insomnio y en vez de dar vueltas en la cama y tratar de dormir a la fuerza decide no dormir porque ya no le da la gana; a la media hora está roncando.”      Walter Riso

 

Temor a fracasar?

 

Todos tenemos temores a diferentes cosas, unos temen buscar ayuda psicológica pensando que esa ayuda los obligará a dejar lo que ellos no quieren dejar o que serán juzgados.

Otros temen ayudar a otros porque piensan que a ellos se les complicará la vida al hacerlo.

Otros temen intentar llevar a cabo sus metas porque tienen miedo de fracasar. Otros temen enamorarse por temor a fracasar en la relación sentimental.

Con el objeto de evitar un fracaso muchas veces las personas prefieren no intentar lograr lo que desean conseguir en la vida.

El temor al fracaso los hace incapacitados emocionalmente y multiples barreras encierran estas personas y las limitan a seguir siendo personas estáticas, incapaces de perseguir sus sueños.

El que no le teme al fracaso y piensa optimisticamente se da cuenta que el fracaso no existe, simplemente tiene que intentarlo nuevamente buscando otra opción o haciendo un plan B al no haber funcionado el plan A.

A lo que nosotros le llamamos fracaso es simplemente el camino equivocado hacia la meta.

La solución es buscar otro camino.

 

Tres causas comunes

 

En resumen el fracasar no es el problema, el fracasar es la lección que teníamos que aprender para intentarlo nuevamente y esta vez lograr lo que nos propusimos.

 

Aqui expongo las tres causas más comunes por las cuales nos da temor fracasar.

1. No nos gusta el sentimiento de sentir que perdimos.

En nuestra mente asociamos dolor emocional con fracaso y mas que el habernos equivocado le tenemos miedo al sufrimiento por eso muchas veces preferimos no intentarlo.

2. Tememos fracasar muchas veces pues pensamos que otros nos van a criticar y vamos a dejar de ser personas valiosas ante los ojos de muchos.

Tenemos miedo a que nuestra auto estima sufra ante un fracaso y eso nos trae pensamientos negativos tales como ““no valgo nada” o quizás ““soy un bueno para nada” !

3. Muchos tienen miedo a trabajar porque piensan que serán personas rechazadas por otros y se volverán motivo de burla. El valor de una persona no se basa en los fracasos que ha tenido sino más bien en los valores morales. Una persona es más valiosa por su tenacidad, persistencia y audacia aunque nunca llegue al éxito.

 

Ejemplo de personas que fracasaron

Tenemos el ejemplo de Thomas Edison quien falló diez mil veces antes de lograr hacer el bombillo eléctrico.

Fue entrevistado por un reportero quien le preguntó cuando había fracasado cinco mil veces si se sentía fracasado a lo cual Edison respondió: ““no siento que he fallado cinco mil veces, siento que lo he intentado cinco mil veces y lo seguiré intentando hasta que lo logre”.

Y luego añadió ““ahora estoy cinco mil pasos más cerca de conseguir que el bombillo funcione”.

Ahora yo te hago esta pregunta, te imaginas si inventores como Edison o como Leonardo Da Vinci quien además de ser un gran pintor y de pintar la Mona Lisa, inventó el primer robot, la primera calculadora, el primer helicóptero hubieran desistido a la primera vez que lo intentaron.

Que hubiera sido de nuestro mundo?

Te puedes imaginar si los grandes inventores de la tecnología moderna desistieran en sus intentos y dejaran sus inventos inconclusos por miedo al fracaso?

El fracaso véase desde el punto de vista que se vea, créelo o no es parte del triunfo.

Las únicas personas en esta vida, desde que existe el ser humano que nunca han fracasado son aquellas que nunca han intentado hacer nada nuevo.

Cada fracaso es una nueva oportunidad para aprender algo diferente y corregir los errores que se cometieron en pasados intentos.

El temor al fracaso es un ciclo vicioso.

El temor te paraliza y esta parálisis te lleva a la inacción.

La inacción te baja la auto estima y la auto estima baja te lleva a sentir miedo. El famoso científico Einstein dijo una vez, que la definición de locura era hacer lo mismo y esperar un resultado diferente. (Einstein).

 

Estrategias para no dejarte vencer

Piensa en las siguientes reflexiones sobre el fracaso y atrévete a intentar lo que te has propuesto.

1. No mires el fracaso como algo gigantesco que te tragará.

Míralo como algo que te enseña y te ayuda a corregir tus errores que te impiden llegar a la meta.

2. Recuerda que todo el que lo intenta fracasa alguna vez independientemente de tu edad, de su sexo, de tu raza o de tu profesión.

No le demos mayor importancia al fracaso. Enfoquémonos en lo que aprendimos.

3. Cuando falles, inténtalo nuevamente, no pierdas tu tiempo auto criticándote o regañándote por no haberlo logrado la primera, segunda o tercera vez.

Al contrario fíjate  en los factores que causaron el error para poder corregirlo.

4. No te des por vencido.

No digas que ya lo has intentado mil veces si solo lo intentaste diez.

No exageres, corrige los errores y sigue adelante con tu proyecto.

5. Nunca digas ““esto no es lo mío” no te descalifiques, cree en tu capacidad de poder lograrlo.

Nadie nació aprendido.

Recuerda que la diferencia entre el sabio y el necio es que si los dos caen sentados en un hormiguero, el sabio se levanta, se sacude las hormigas y sigue adelante, mientras que el necio se queda lamentándose, sentado en el hormiguero.

6. No permitas que el haber fracaso un intento te derrote o te desmoralice.

No renuncies, no claudiques.

No lo tomes personal.

Con sentido de humor ríete de la experiencia.

Por último no te dejes convencer por otros de desistir de la idea.

Cree en ti mismo, los otros pueden estar equivocados y tener envidia al verte enfocado en tu meta.

No permitas que al equivocarte tu mente se estrese y te haga deprimirte.

Respira hondo y vuelve a comenzar.

 

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