“…retar los temores para que
vengan a tu encuentro y hacerles frente, como si estuvieras encarando a un
enemigo cobarde. El método consiste en hacer exactamente lo que tus miedos o
tus creencias infundadas te impiden hacer. Por ejemplo, si crees que no sabes
hablar en público, porque no tienes una buena voz, tartamudeas a veces o sudas
cuando estás frente al auditorio, pues reta al miedo escénico, provócalo y toma
el control: habla en público cada vez que puedas, aunque sea incómodo o
doloroso. Y si con el tiempo vas mejorando, no te duermas en tus laureles. No
te confíes; de tanto en tanto, llama al miedo, a ver si es capaz de regresar.
Búscalo en cada resquicio de tu ser, en sus escondites preferidos. Dile como un
antiguo espadachín: “Te reto a que me impidas dar la conferencia; ¡a ver si
eres capaz, pedazo de imbécil!”. El efecto es paradójico, similar a lo que le
ocurre a la gente que sufre de insomnio y en vez de dar vueltas en la cama y
tratar de dormir a la fuerza decide no dormir porque ya no le da la gana; a la
media hora está roncando.”
Walter Riso
Temor a fracasar?
Todos tenemos temores a diferentes cosas, unos temen buscar ayuda
psicológica pensando que esa ayuda los obligará a dejar lo que ellos no quieren
dejar o que serán juzgados.
Otros temen ayudar a otros porque piensan que a ellos se les complicará
la vida al hacerlo.
Otros temen intentar llevar a cabo sus metas porque tienen miedo de
fracasar. Otros temen enamorarse por temor a fracasar en la relación
sentimental.
Con el objeto de evitar un fracaso muchas veces las personas prefieren
no intentar lograr lo que desean conseguir en la vida.
El temor al fracaso los
hace incapacitados emocionalmente y multiples barreras encierran estas personas
y las limitan a seguir siendo personas estáticas, incapaces de perseguir sus
sueños.
El que no le teme al fracaso y piensa optimisticamente se da cuenta que
el fracaso no existe, simplemente tiene que intentarlo nuevamente buscando otra
opción o haciendo un plan B al no haber funcionado el plan A.
A lo que nosotros le llamamos fracaso es simplemente el camino
equivocado hacia la meta.
La solución es buscar otro camino.
Tres causas comunes
En resumen el fracasar no es el problema, el fracasar es la lección que
teníamos que aprender para intentarlo nuevamente y esta vez lograr lo que nos
propusimos.
Aqui expongo las tres causas más comunes por las cuales nos da temor
fracasar.
1. No nos gusta el
sentimiento de sentir que perdimos.
En nuestra mente asociamos dolor emocional con fracaso y mas que el
habernos equivocado le tenemos miedo al sufrimiento por eso muchas veces
preferimos no intentarlo.
2. Tememos fracasar
muchas veces pues pensamos que otros nos van a criticar y vamos a dejar de ser
personas valiosas ante los ojos de muchos.
Tenemos miedo a que nuestra auto estima sufra ante un fracaso y eso nos
trae pensamientos negativos tales como ““no valgo nada” o quizás ““soy un bueno
para nada” !
3. Muchos tienen
miedo a trabajar porque piensan que serán personas rechazadas por otros y se
volverán motivo de burla. El valor de una persona
no se basa en los fracasos que ha tenido sino más bien en los valores morales.
Una persona es más valiosa por su tenacidad, persistencia y audacia aunque
nunca llegue al éxito.
Ejemplo de personas que fracasaron
Tenemos el ejemplo de Thomas Edison quien falló diez mil veces antes de
lograr hacer el bombillo eléctrico.
Fue entrevistado por un reportero quien le preguntó cuando había
fracasado cinco mil veces si se sentía fracasado a lo cual Edison respondió:
““no siento que he fallado cinco mil veces, siento que lo he intentado cinco
mil veces y lo seguiré intentando hasta que lo logre”.
Y luego añadió ““ahora estoy cinco mil pasos más cerca de conseguir que
el bombillo funcione”.
Ahora yo te hago esta pregunta, te imaginas si inventores como Edison o
como Leonardo Da Vinci quien además de ser un gran pintor y de pintar la Mona
Lisa, inventó el primer robot, la primera calculadora, el primer helicóptero
hubieran desistido a la primera vez que lo intentaron.
Que hubiera sido de nuestro mundo?
Te puedes imaginar si los grandes inventores de la tecnología moderna
desistieran en sus intentos y dejaran sus inventos inconclusos por miedo al
fracaso?
El fracaso véase desde el
punto de vista que se vea, créelo o no es parte del triunfo.
Las únicas personas en esta vida, desde que existe el ser humano que
nunca han fracasado son aquellas que nunca han intentado hacer nada nuevo.
Cada fracaso es una nueva oportunidad para aprender algo diferente y
corregir los errores que se cometieron en pasados intentos.
El temor al fracaso es un
ciclo vicioso.
El temor te paraliza y esta
parálisis te lleva a la inacción.
La inacción te baja la auto
estima y la auto estima baja te lleva a sentir miedo. El famoso
científico Einstein dijo una vez, que la definición de locura era hacer lo
mismo y esperar un resultado diferente. (Einstein).
Estrategias para no dejarte vencer
Piensa en las siguientes reflexiones sobre el fracaso y atrévete a
intentar lo que te has propuesto.
1. No mires el
fracaso como algo gigantesco que te tragará.
Míralo como algo que te enseña y te ayuda a corregir tus errores que te
impiden llegar a la meta.
2. Recuerda que todo
el que lo intenta fracasa alguna vez independientemente de tu edad, de su sexo,
de tu raza o de tu profesión.
No le demos mayor importancia al fracaso. Enfoquémonos en lo que
aprendimos.
3. Cuando falles,
inténtalo nuevamente, no pierdas tu tiempo auto criticándote o regañándote por
no haberlo logrado la primera, segunda o tercera vez.
Al contrario fíjate en los
factores que causaron el error para poder corregirlo.
4. No te des por
vencido.
No digas que ya lo has intentado mil veces si solo lo intentaste diez.
No exageres, corrige los errores y sigue adelante con tu proyecto.
5. Nunca digas ““esto
no es lo mío” no te descalifiques, cree en tu capacidad de poder lograrlo.
Nadie nació aprendido.
Recuerda que la diferencia entre el sabio y el necio es que si los dos
caen sentados en un hormiguero, el sabio se levanta, se sacude las hormigas y
sigue adelante, mientras que el necio se queda lamentándose, sentado en el
hormiguero.
6. No permitas que el
haber fracaso un intento te derrote o te desmoralice.
No renuncies, no claudiques.
No lo tomes personal.
Con sentido de humor ríete de la experiencia.
Por último no te dejes convencer por otros de desistir de la idea.
Cree en ti mismo, los otros pueden estar equivocados y tener envidia al
verte enfocado en tu meta.
No permitas que al equivocarte tu mente se estrese y te haga deprimirte.
Respira hondo y vuelve a
comenzar.
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