1 El YO, YO, YO
“Yo soy el que mando”
Dominante,
arrogante, autoritario y con un gran complejo de superioridad. Se ofende con
facilidad y puede resultar desagradable y maleducado cuando no se le presta la
atención que demanda. Suele ser autodisciplinado, metódico, inteligente y
competitivo.
- Como jefe es
muy exigente. Cuando necesites hablarle, pedirle algo o quejarte, busca un
planteamiento bien pensado y útil. No te dejes hundir por sus ofensas. Aprende
a diferenciar las humillaciones sin tacto, su modus operandi, de las críticas
constructivas.
- Como compañero.
No deja de colocarse medallas, pero sé consciente de que impresionar con
laureles es más un síntoma de inseguridad personal que de confianza en uno
mismo. Si trabajas con él en equipo: opina, colabora y comunícate con él;
demostrarás tu buen talante.
- Como subordinado. Resulta difícil de dirigir.
Se rebelará si cree que no son reconocidas sus cualidades. Procura que trate a
sus compañeros con respeto.
Cómo tratarle: Si obvias sus defectos de
carácter, un gran fantasma puede convertirse en un buen aliado y consejero que
te ayude a conquistar tus propias ambiciones.
2 EL CAZAOPORTUNIDADES
“La idea es
mía”
Es poco honesto,
orgulloso, egoísta y adicto a utilizar los recursos de la empresa en beneficio
propio. Utiliza la manipulación y otras sofisticadas habilidades que, unidas a
su astucia, le permiten triunfar en el trabajo.
- Como jefe se
basa en la intuición. Su formación es más bien limitada, así que mejor evitar
los tecnicismos con él. Rehúsa con educación hacerle favores personales durante
las horas de trabajo (o no rendirás en lo tuyo).
- Como compañero
siempre intentará manipularte para que hagas algo por él. Informa siempre a tu
jefe y colegas sobre tu trabajo y avances, para que no pueda robarte ideas.
- Como
subordinado es un ladrón de méritos y reconocimientos. Enséñale a comprender
que no debe utilizar los medios de la empresa para uso personal.
- Cómo tratarle: No entres en su red de
corrupción. No caigas en la trampa de sus falsas promesas.
3 EL FRANCOTIRADOR
“No te
necesito”
Inconformista y
persuasivo, tiene gran seguridad en sí mismo. Suele tratar a los compañeros
competentes con respeto, pero no tolera el término medio y desafía a la
autoridad. Se vuelca en su trabajo y obtiene buenos resultados.
- Como jefe
congenia con las personas que requieren poca supervisión. Prefiere deshacerse
de los mediocres antes de dedicarles tiempo.
- Como compañero
te dará problemas si tenéis que desarrollar un trabajo en equipo. Sólo podrás
sacarlo adelante si cada uno asume su carga.
- Como subordinado suele enfrentarse al jefe.
Cárgale de responsabilidades: se enorgullece de poder asumir más trabajo del
normal.
- Cómo tratarle: Diciéndole expresamente que ya
confiamos en él, y que no es necesario que demuestre su valía todo el tiempo.
4 EL OBEDIENTE
“Lo que tú
digas”
Dependiente,
sumiso, con poca imaginación, reservado, vive sólo para agradar a los demás. El
problema es que necesita constantemente que alguien le diga qué hacer y cómo
hacerlo.
- Como jefe le cuesta motivar a sus
colaboradores, delegar responsabilidades o tomar decisiones. Si trabajas para
él, ofrece soluciones, no problemas.
- Como compañero
hará todo lo posible para evitar un conflicto personal. Anímale a formar parte
activa de las tareas colectivas. Procura ser amable y colabora con él.
- Como subordinado necesita protección.
Enséñale a confiar en sí mismo y gratifica su hacer en solitario.
- Cómo tratarle: Hazle comprender que es imposible
complacer a todos todo el tiempo.
5 EL LABORADICTO
“El trabajo es lo primero"
Exigente, tenaz, poco
sociable, muy competitivo y bastante dominante. Trabaja bien bajo presión y
siempre cumple sus tareas dentro del plazo previsto.
- Como jefe es
bastante exigente. Hazle ver que todo tu tiempo no está a su disposición. Deja
constar por escrito cuestiones como las decisiones adoptadas, planes,
actividades y plazos.
- Como compañero
se centra más en sus propios intereses que en el trabajo en equipo. Dedica tu
tiempo a tu labor y no lo pierdas en reuniones absurdas con él.
- Como
subordinado vigila los detalles sacrificando la productividad, así que marca
las prioridades por escrito. Gratifica los resultados, no el tiempo dedicado.
- Cómo tratarle: No dejes que su ambición y
ansia de poder desgaste tu entusiasmo, enturbie tu vida personal o limite tu trabajo.
6 EL PEREZAS
“Responsabilidad no, gracias”
Apático,
indiferente, holgazán, escurridizo, cuenta con las suficientes habilidades
sociales (llámese caradura) para endosar a otro las actividades que a él no le
interesan.
- Como jefe se rodea de personas competentes y
motivadas para poder delegar sus responsabilidades en ellas. Si tienes dudas
sobre una tarea, pregunta, pero es mejor que tomes la iniciativa y trabajes sin
mucha supervisión.
- Como compañero siempre se encarga del
trabajo que requiere menor esfuerzo. Sé franco y deja claro que su tendencia a
escurrir el bulto es un obstáculo para tu trabajo. Céntrate en lo tuyo y deja
que sean los jefes quienes se ocupen de mejorar su rendimiento.
- Como subordinado carece de iniciativa y es
poco productivo, así que procura motivarle para obtener resultados. Controla su
trabajo y pide a sus compañeros que no trabajen por él.
- Cómo tratarle: En realidad, suele ser una
persona competente pero que se aburre de su trabajo, por lo que resulta
necesario mantener su interés con responsabilidades que le atraigan.
7 EL BUSCA-CULPABLES
“Ha sido un
error tuyo”
Mojigato,
inflexible, guardián de la moral, reservado, interesado, hipócrita, se ofende
con facilidad, distorsiona el significado de aquello con lo que no está de
acuerdo y reacciona de una forma exagerada ante los errores cometidos por otros
sin mala intención.
- Como jefe está pendiente de cualquier
detalle fuera de lo normal. Sé tremendamente discreto y niégate a ser un espía
de tus compañeros.
- Como compañero
suele delatar a sus colegas. Deja claro que conoces sus intenciones y que no
las toleras.
- Como
subordinado se adjudica la responsabilidad de ser los ojos y oídos del jefe. No
fomentes la propagación de habladurías, sé discreto y ataja el problema rápido.
- Cómo tratarle: Procura que dedique su tiempo al
trabajo; si está ocupado no podrá buscar los fallos de otros.
8 EL QUEJON
“Esto está
mal y eso otro también”
Quisquilloso,
amargado, nervioso, inestable emocionalmente, frustrado. Suele ser una persona
disciplinada, detallista y organizada.
- Como jefe provoca que odies tu trabajo.
Protégete con un paraguas emocional cuando empiece a refunfuñar.
- Como compañero
es desagradable y difícil de soportar. Hazle ver que sus lamentaciones no te
interesan.
- Como
subordinado resulta difícil de controlar. Redirige sus quejas y pregúntale qué
es lo que para él va bien.
- Cómo
tratarle: Dale ejemplo de iniciativa, alegría y buen humor.
9 EL TREPADOR
“Te
critico, te ignoro y te piso”
Egocéntrico,
despiadado, metódicamente perverso, mentiroso, suele tener una personalidad muy
débil.
- Como jefe exige obediencia, perfección y
lealtad. Procura mantener una prudente distancia, sé discreto y no reveles
información que él pueda utilizar en contra de otros empleados.
- Como compañero
es un guerrero. Utilizará todas las habilidades que tiene para lograr sus
propósitos, valiéndose, si puede, también de ti. Si descubres sus actividades
malintencionadas, díselo o denúncialo a la persona que corresponda.
- Como subordinado finge lealtad hacia sus
jefes y en apariencia apoya a sus compañeros. Mantenle ocupado de forma
productiva para evitar calumnias, rumores y sabotaje.
- Cómo tratarle: Protégete para que no interfiera
en tu trabajo o destruya tu reputación. Deja claro que provocar la caída de los
demás causará su propia caída, ya que no puede escapar de la responsabilidad de
sus actos.
10 EL TIRANO
“Ni te
miro, ni te hablo”
Inestable,
infeliz, siempre está enfadado y lleno de rabia. Se ofende con facilidad y es
muy vengativo.
- Como jefe está obsesionado con la autoridad
y el cumplimiento de objetivos. Demuestra valor y mantén la calma si él pierde
la compostura y orienta siempre la discusión hacia los problemas. Si ve que no
le tienes miedo, se comportará de forma civilizada.
- Como compañero
ve a sus colegas como competidores. Evita todo tipo de conflicto innecesario.
- Como
subordinado obedece al jefe si le aporta beneficios. Corrige los
comportamientos inadecuados por su parte y deja claro que quieres trabajar en
buen ambiente.
- Cómo
tratarle: Aunque no sepas cuándo y por qué libera su mal genio, sé benevolente
con sus estallidos caprichosos. Conserva la calma y recuérdale que el
comportamiento civilizado mejora el trabajo.
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