Esto nos lleva a preguntarnos, ¿qué
alternativas existen para librarse de los pensamiento que preferiríamos no
tener dando vueltas en nuestras cabezas?
En un artículo
de American Psychologist, el experto en la temática, Daniel Wegner, explica
algunos métodos potenciales para luchar contra pensamientos persistentes e
indeseados.
A continuación te dejo 8 de ellos:
1. Distracción enfocada:
Es aquella tendencia natural cuando intentas desconectar tu mente, es
decir, tratas de pensar en algo más para distraerte. Cuando la mente deambula
buscando nuevas cosas en que enfocarse, en una de esas, te deja en paz. La
distracción si funciona pero raramente lo suficiente; los estudios sugieren que
es mejor distraerse con una cosa antes que dejar que la mente divague. Esto es
así porque una mente sin objetivo está asociada con infelicidad; es mejor
concentrarse en, por ejemplo, una pieza de música, un programa de TV o una
tarea.
2. Evita el estrés:
Otro método intuitivo para evitar los pensamientos persistentes es
ponernos bajo estrés. Lo que se piensa cuando se hace esto es que la prisa nos
dejará con poca energía mental para los pensamientos que nos están causando
problemas.
Cuando se prueba científicamente, no termina siendo un buen abordaje de
la cuestión. De hecho, en vez de ser una distracción, el estrés hace que los
pensamientos indeseados vuelvan con más fuerza, así que ciertamente no debería
ser usado como una forma de evitar pensamientos displacenteros.
3. Posponer el pensamiento para más tarde:
Mientras que tratar continuamente de suprimir un pensamiento lo hace más
intenso, posponerlo puede funcionar.
Investigadores han tratado de pedirles a personas con pensamientos persistentes, que pospongan sus preocupaciones hasta un tiempo designado de 30 minutos, el “período de preocupación”. Algunos estudios sugieren que las personas encuentran que esto funciona como una forma de dejar de lado la supresión de pensamientos.
Así que guarda todas tus preocupaciones para un período designado y así puedes aliviar tu mente el resto del tiempo.
Investigadores han tratado de pedirles a personas con pensamientos persistentes, que pospongan sus preocupaciones hasta un tiempo designado de 30 minutos, el “período de preocupación”. Algunos estudios sugieren que las personas encuentran que esto funciona como una forma de dejar de lado la supresión de pensamientos.
Así que guarda todas tus preocupaciones para un período designado y así puedes aliviar tu mente el resto del tiempo.
4. Terapia paradojal:
¿Qué pasaría si, en vez de tratar de suprimir un pensamiento repetitivo
de preocupación, por ejemplo sobre muerte, lo buscas y te concentras en el?
Parece paradojal pero concentrarse en un pensamiento puede ayudar a que se vaya, sin embargo algunas investigaciones sugieren que esto no funciona. Está basado en la ya hace mucho tiempo establecida, ‘terapia de exposición’: esto es cuando, por ejemplo, los aracnofóbicos son lentamente expuestos a arañas, hasta que el miedo empieza a irse.
Esta técnica no es para los débiles de corazón, pero los estudios sugieren que puede ser útil cuando se usa para luchar contra pensamientos obsesivos y conductas compulsivas.
Parece paradojal pero concentrarse en un pensamiento puede ayudar a que se vaya, sin embargo algunas investigaciones sugieren que esto no funciona. Está basado en la ya hace mucho tiempo establecida, ‘terapia de exposición’: esto es cuando, por ejemplo, los aracnofóbicos son lentamente expuestos a arañas, hasta que el miedo empieza a irse.
Esta técnica no es para los débiles de corazón, pero los estudios sugieren que puede ser útil cuando se usa para luchar contra pensamientos obsesivos y conductas compulsivas.
5. Aceptación:
En líneas similares, pero no tan directa, hay alguna evidencia de que
tratar de aceptar los pensamientos no deseados en vez de batallar con ellos
puede ser beneficioso. A continuación las instrucciones sacadas de un estudio
que encontró un descenso en la angustia de los participantes:
“Luchar con el blanco de tus pensamientos es como luchar en la arena movediza. Quiero que mires tus pensamientos. Imagina que están saliendo de tus oídos en pequeños letreros sostenidos por soldados marchando. Quiero que permitas a los soldados que marchen en frente tuyo, como un pequeño desfile. No discutas con los letreros, ni los evites, ni los hagas desaparecer. Solo míralos marchar” (Marcks y Woods, 2005, p. 440).
“Luchar con el blanco de tus pensamientos es como luchar en la arena movediza. Quiero que mires tus pensamientos. Imagina que están saliendo de tus oídos en pequeños letreros sostenidos por soldados marchando. Quiero que permitas a los soldados que marchen en frente tuyo, como un pequeño desfile. No discutas con los letreros, ni los evites, ni los hagas desaparecer. Solo míralos marchar” (Marcks y Woods, 2005, p. 440).
6. Medita:
Similar a la aceptación, el mindfulness budista promueve una actitud de
compasión y no crítica hacia los pensamientos que revolotean en la mente. Este
también puede ser un enfoque útil para pensamientos repetitivos indeseables.
7. Autoafirmación:
Es la última cura psicológica para todo. Envuelve pensar sobre tus
rasgos y creencias positivas y se ha demostrado que incrementa la confianza social y el
autocontrol, entre otros beneficios.
También puede ser de ayuda con pensamientos repetitivos indeseados, aunque solo ha sido puesto a prueba experimentalmente unas pocas veces.
También puede ser de ayuda con pensamientos repetitivos indeseados, aunque solo ha sido puesto a prueba experimentalmente unas pocas veces.
8. Escribe sobre ellos:
En contraste con la autoafirmación, escribir expresivamente (escribir
sobre tus pensamientos y sentimientos más profundos) ha sido estudiado
extensivamente y tiene varios beneficios en la salud física y mental (aunque
generalmente el efecto es pequeño).
Escribir emocionalmente sobre ti mismo, entonces, puede ayudarte a reducir pensamientos indeseados recurrentes.
Escribir emocionalmente sobre ti mismo, entonces, puede ayudarte a reducir pensamientos indeseados recurrentes.
Para tener en cuenta
Por último, Wegner
aclara que estas 8 técnicas no deberían tomarse como remedios o recomendaciones
sino como lo que son, hipótesis y posibilidades.
Dicho esto, solo queda agregar que posiblemente no te haga daño intentar ninguna de estas técnicas y probablemente, cualquiera de ellas son mejores que la supresión de pensamientos.
Dicho esto, solo queda agregar que posiblemente no te haga daño intentar ninguna de estas técnicas y probablemente, cualquiera de ellas son mejores que la supresión de pensamientos.
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